La prohibición de representar a Mahoma en los países árabes



La religión islámica predica la existencia de un solo Dios, Allah, y no se admite comparación alguna con él.

El arte islámico pretende hacer honor a Dios y dar una belleza que lleve a Dios, pero sin utilizar imágenes porque representar, tanto la naturaleza, como figuras humanas supone imitar la creación de Dios: desde esta perspectiva eso se consideraría una profanación. Lo bello radica en la palabra de Dios, por eso el principal arte islámico es la caligrafía.

Los eruditos islámicos condenan cualquier representación del profeta, también las elogiosas, y señalan que esas imágenes pueden llevar a la idolatría.

Las caricaturas de Mahoma muestran en varias ocasiones a El Profeta: en una de las viñetas su turbante es una bomba y en otra, se queja de estar quedándose sin vírgenes por la “sobrepoblación de mártires”.

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